viernes, 16 de agosto de 2013

Megalómano, malapaga, corrupto y padrote.

Hay cuatro condiciones que puede padecer cualquier ser humano y son las que este artículo lleva cómo título, cada una de ellas por separado van en detrimento de la relación hombre-sociedad.
Cualquier individuo que exhiba tan sólo una de estas patologías (sí, lo son) es propenso al rechazo, discordia, aislamiento y enfrentamientos consecuentemente a su conducta. Aquel que exhiba una de estas cualidades se le debe brindar apoyo y asistencia en aras de su superación y un desempeño loable en la relación hombre-sociedad.
En estos tiempos en los que el mundo resulta ser una pequeña aldea (puede sonar a cliché) por el tema de la internet y redes sociales, es inconcebible que un sujeto adulto, cualquiera que sea su oficio o intereses, no se preocupe por la correcta difusión de su imagen y comportamiento.
Veamos pues algunas breves consecuencias y/o "definiciones".
Megalomanía:
Rechazo total por la incomoda manía de creerse por encima de todo aquel que le rodea e intocable.
Morosidad (malapaga):
Perdida definitiva de credibilidad crediticia y la incapacidad de ejecutar proyectos a corto y mediano plazo que requieran financiamiento.
Corrupción (corrupto):
Habilidad para tomar el camino más corto saltando procedimientos establecidos a través de prebendas.
Machismo (padrote):
Condición denigrante hacia la mujer que la visualiza cómo objeto sexual sin desaprovechar cualquier oportunidad para tomar ventaja en situación de vulnerabilidad y lograr favores sexuales así cómo procreación de hijos por doquier en relaciones extra maritales fomentando hogares y ciudadanos disfuncionales.
Reiteramos el compromiso de asistir a cualquiera que padezca una de estas condiciones, pero...
¿Qué hacer cuando un solo individuo reúne todas las condiciones antes definidas?
Soy de opinión que se le debe declarar en estado de emergencia y caso de extremo cuidado que amerita la intervención inmediata de más de un interesado, afectado, amigo, compañero, etc.
La situación sería aún mas grave si el individuo tuviera la capacidad de ejercer su voluntad sobre los demás, es decir si tiene poder o autoridad.
Ante ese escenario dantesco quiero dejar a su imaginación, ¿Cómo se llama la obra?
José Padua
La Romana, R.D.



2 comentarios:

  1. Yo diría que, más que una intervención psiquiátrica, lo que debería ser es tener cuidado de sus actuaciones porque en cualquier momento pueden ser asesinas. Una persona con esas cualidades encima, cuando alguien osa interrumpir el "buen" funcionamiento de ellas, lo vuelve mas peligroso de lo que ya es.

    Yo digo que una persona así adquiere esas cualidades, cuando se siente menos que los demás y a través de sus cuatro razones trata de imponerse para cubrir lo que es en realidad, un mediocre.

    La mediocridad de sentirse perseguido por tal o cual defecto que él cree poseer ya sea: el color de piel, lugar de nacimiento, labores rudas que él crea denigrantes para una persona pobre, el entorno familiar en el que haya visto que se desarrolla una de esas "razones" como, de morosidad en el pago de deudas, el medio tan limitado en el que se crió y sobre todo, los deseos de llegar a ser algo (no importando los medios para llegar) para vengarse.

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  2. Interesante Henry, gracias por tu aporte.

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